jueves, 20 de diciembre de 2012

El fin del mundo. Otra vez?

El fin del mundo. Otra vez?

Es espeluznante la forma como prolifera la ignorancia en este mundo, si hay algo que se contamina mas rapido que una gripe, esas son las profecías apocalípticas.

Que el mundo se acabará, bueno, eso es un hecho, cuando te mueres, definitivamente el mundo se acaba, al menos para el que se muere. Sanseacabó! diría Mafalda.

El punto es, que es muy contagioso, y hay que tener muchisimo cuidado con esto, hoy en día esto de la era de la información es una espada de doble filo, abunda la información sí, pero la desinformación abunda más y los agitadores alarmistas se multiplican.

Hay que informarse primero, pero no de "wikipedia, youtube, etc" sino de fuentes fidedignas, de sitios oficiales y no de fanáticos.

A veces pienso que tanta "tecnología" no hace mas que embrutecer a algunas personas, por lo que eso del "adelanto tecnologico" ya no me convence mucho, yo preferiría tener menos tecnología pero más cultura y más calidez humana, tener reuniones  mas seguidas con mis amigos que mensajes de textos a cada rato en mi celular, en pocas palabras, vivir más la vida que tenerla... 

 

jueves, 15 de noviembre de 2012

Permisología y coimalogía

Bueno bueno, esto de ser Abogado  o profesional en un país como el mío es cosa seria, nada divertido, mal remunerado y sobre todo colorado.

Encima de eso, ahora además de ser profesional, es necesario sacar una maestría en permisología y coimalogía. 

En cualquier institución a la que tengas que ir para hacer cualquier gestión por más mínima que ésta sea, hoy en día te piden algún que otro permiso, y si no los hay, te los inventan, así de simple, y ahí no termina todo, pues para conseguir el permiso tenés que dar una coima. 

Lo que estudiastes en la Universidad y lo poco que has obtenido de experiencia laboral no te sirven en paisito, pues aquí los únicos que saben son los técnicos burócratas de escritorio, expertos en todo tipo de permisos en su mayoría inútiles e insanos. No sé si es impresión mía, pero desde hace un par de años en las oficinas gubernamentales veo a casi el triple de gente trabajando, y no es que tenga problemas de la vista, y naturalmente al haber tanta más gente, necesariamente se inventaron tantos más permisos.

Así que lo que antes necesitaba un solo permiso, hoy necesita cinco...claro, hoy hay 4 personas más a las que hay que darles algo que hacer porque los compañeros no se pueden quedar en el desempleo, porque ahora que somos un pueblo solidario, socialista y muy cristiano, es justo y necesario esos puestos supernumerarios, y entre más gente haya, más enredadas están las cosas y por supuesto en río revuelto ganancia de pescadores, o sea, de tantas vueltas y permisos que tienes que dar, terminas pagando muchisimo mas, el gobierno tiene sobre recaudación, el compañero conserva su trabajo y vos acabás con los bolsillos y tu paciencia en la lona.

A veces creo que exagero en la interpretación de la realidad, a veces creo que padezco de esas crisis de las teorías de la conspiración que la gente inventa, a veces creo más bien que estoy paranoica con todas estas cosas que pasan en mi paisito, pero la verdad es, que así como yo hay unos cuantos, lo cual significa dos cosas: o estoy loca junto con otros mas o definitivamente la mayoría de la población se encuentra en el sopor del medio día como en Macondo sin darse cuenta de la realidad. Estoy casi segura que es la segunda opción.

Hoy en día desde sacar una solvencia municipal hasta abrir una simple cuenta de ahorros es un verdadero martirio, ya ni digamos inscribir una propiedad, eso es para olímpistas. Hacer mi trabajo en las instituciones públicas se volvió una tortura, un suplicio y definitivamente una misión casi imposible. Y eso que escribo de manera general, porque si nos ponemos a lo específico, lo único que diré es que si estabas sano, salís con acidez estomacal, presión alta, retortijones, visión borrosa de tanta cólera, ganas de vomitar, tembladera de parquinson de tanta impotencia y por supuesto, la sensación de estar como un sapo, con la vena hinchada...nada más.

Claro, si te querés evitar todos estos disgustos y "contratiempos" solo debes contratar a un permisólogo y coimólogo, que no es mas que un amigo del agente que está detrás del escritorio que te va a atender en la institución.
 
Pero, así es Nicaragua, así es mi país... 


martes, 2 de octubre de 2012

El voto "secreto" del nicaraguense

He aqui la cuestión: Desde hace algún tiempo, a los trabajadores del estado y afines se les "hace el llamado" para que voten a favor del Partido. Esto era así en las antepasadas elecciones presidenciales, pero las de hace dos años no. En las pasadas fueron una orden.

Pero muchos dirán: el voto es secreto! bueno, eso en paisito es discutible señores.

Resulta, que si yo fuera el partido gobernante y quisiera perpetuarme por asi decirlo en el poder, tendría que tener: al menos un 38% de seguidores fieles los cuales me aseguran una cuota grande en la Asamblea Nacional; poder económico;  control absoluto sobre todos los poderes del Estado; control sobre todos los registros ciudadanos y padrón electoral; participación accionaria en todos los grandes negocios de las grandes empresas trasnacionales, entre otros ...

Ahora bien, menciono estas características porque me resultaría fácil para mi como gobernante saber quién vota por el partido y quién no. Si tengo el control absoluto del padrón electoral y el control absoluto de la información de todos los trabajadores del Estado y de mis empresas,  y la información es poder.
A manera de ejemplo:

1) Juan Pueblo trabaja en la Alcaldía de Managua, tiene numero de cedula 001-150288-0020N, vive en San Judas, su centro de votación es el centro escolar X y su junta de receptora de votos es la 1245. En esta junta hay 1000 votantes apuntados y aptos para votar. Juan Pueblo no es militante del Partido.
2) Palito Ortega trabaja tambien en la Alcaldía de Managua, tiene numero de cedula 000-000000-0000k, vive tambien en san judas, su centro de votación es la misma 1245. Él es militante activo del Partido y siempre vota en cascada, es parte del 38 %.

A juan lo "exhortan" a que vote por el partido, primero le obligan a que se verifique y un dia antes del día de la votación lo citan a él y sus otros compañeros de trabajo en sus oficinas o centro de trabajo para "hacer consciencia" de la importancia del voto. Le dicen especificamente que vote por el partido, Juan les refuta que el voto es secreto, ellos le dicen que de todos modos sabrán cual fue su voto. Juan se asusta, lograron intimidarlo. Juan piensa en su trabajo y en su familia, no quiere perder su empleo. Pero sigue reflexionando sobre el voto secreto y se dice a si mismo que es imposible que puedan "ver" por quién votó. Antes de salir, nota unas "listas misteriosas" en manos de ellos y se pone triste. Sabe que "tiene" que votar por el Partido. 

Antes, de los 1000 votantes de esa junta 1245  habían 300 votos seguros como los de Palito Ortega, hoy en día con los de Juan Pueblo deberían de haber al menos 900 votos seguros. De no ser así, los Juan Pueblo se pueden ir despidiendo de sus empleos.

Ahora Juan Pueblo entiende que el Partido sabe donde vive, donde trabaja, dónde vota y por quién vota. Pero Juan necesita su empleo. Él solo espera que alguien que no necesite su empleo haya votado de verdad en secreto.

De aqui en adelante, Juan sabe que en cada campaña electoral, tiene que hacer de actor e interpretar el papel de ciudadano en la obra "el voto secreto". 

Esta obra continuará ...

martes, 18 de septiembre de 2012

El "sistema"

Hoy en día, la palabra sistema tiene una connotación distinta de la de hace muchos años.
Hoy en día decir "sistema" significa: el sistema Apple, el sistema Android, el sistema (del banco), el sistema (de los juzgados), el sistema Microsoft, etc, etc

O sea, olvidemonos del "Sistema solar, Sistema comunista, Sistema Comunista, etc" esos términos ya se hicieron lugar al lado de los dinosaurios.

Escribo sobre esto que puede parecer bastante trivial, pero, no lo es. A mucha gente le revuelve el hígado llegar al banco, hacer una enorme fila, esperar dos horas, llegar finalmente a la ventanilla y que te diga el cajero "no hay sistema". Como decía Cantinflas: No hay derecho! uno se queda como en otra dimensión y con cara de ¿eso qué diablos significa? digo, es como que te hablen en ruso. No entiendes nada.

Ahora bien, este circuito del "sistema" ha invadido todas las instituciones del Estado y no solo las instituciones privadas bancarias, esto es por ejemplo, llegás a la ventanilla del Registro Civil de las Personas a inscribir un documento de matrimonio y la señora de la ventanilla te dice olímpicamente: "el sistema" no me permite poner tres testigos !!! Qué? o sea, hay que reformar los artículos del Código Civil porque "el sistema" no admite un renglón más ?? Abogados, recién matrimoniados y público en general nos quedamos con madre signo de interrogación.

Tal parece que el mundo se viene abajo cuando el sistema falla. El caos impera cuando se "cae el sistema telefónico celular" y si es el Internet el que falla, ni se diga! hay brotes de histeria por todos lados!!!

 Lo que mucha gente no alcanza a darse cuenta, es que detrás de esa máquina o "sistema" hay un burócrata echado que simplemente no quiere trabajar. Cualquier excusa es buena para poner obstáculos al progreso y qué mejor forma que echarle la culpa "al sistema". Ese mismo sistema que fue creado precisamente para "ayudar" a la humanidad y no para fastidiarlo.

Es como si viviéramos en una burbuja tecnológica, pero con tapa rabos, con un celular de última generación, una cámara extraordinaria, una computadora con chip inteligente, pero nuestros cuerpos descuidados, nuestras mentes orbitando en el limbo del sin sentido y nuestros espíritus vacíos.

Bien dice un escritor "EL ORDENADOR NO ES UNA MÁQUINA INTELIGENTE QUE AYUDA A GENTE ESTÚPIDA, ES UNA MÁQUINA ESTÚPIDA QUE AYUDA A GENTE INTELIGENTE"

jueves, 13 de septiembre de 2012

El bueno y el malo

¿Quién es el bueno y quién es el malo?

En la actualidad no es fácil saber a ciencia cierta. La vida real no es como en las películas donde los papeles ya están asignados y son evidentes para el espectador. 

En la vida real no es así, la verdad es que cuesta un huevo saber quién es el bueno y sobre todo cuesta saber quién carajos es el malo. 

A veces, descubrirlo nos cuesta una fortuna, a veces la vida misma y otras tantas nos cuesta nuestra propia auto estima. 

En la vida real el malo no tiene cara de malo ni es el del bando contrario, a veces simplemente es el que está a tu lado compartiendo con vos, es tu hermano, tu padre o tu mejor amigo y en el peor de los casos vos mismo. 

En la vida real a veces somos los buenos y a veces somos los malos, nada es blanco o negro, existen los tonos grises por más que no querramos, y la línea para hacer el mal o hacer el bien es muy delgada, a veces casi tan imperceptible que caemos y solo cuando nos señalan los demás es que nos damos cuenta qué tanto tocamos los extremos.

 La eterna lucha entre el mal y el bien siempre ha sido el argumento de todo tipo de literatura entendiendo el Bien como todo aquello que beneficia al protagonista, y el Mal a todo aquello que le perjudica, no importa si éste es un delincuente, un asesino o un gran empresario.

En consecuencia, la humanidad tiene grabado en su subconsciente este dilema, esta historia que la intenta reproducir en su vida, pero en realidad el personaje bueno o el personaje malo dependerá de la situación en que nos coloquemos, y por supuesto dependerá en gran manera de la visión que tengamos del mundo y la realidad.

Al final, quizás descubramos que el bien y el mal está en nosotros mismos.

Lo que sí debemos tener claro siempre, es que el mayor reto que debemos enfrentar día es el de vencer nuestros miedos y superar nuestra cobardía.


domingo, 5 de agosto de 2012

Que tu coraje sea mayor que tu miedo

El optimismo debería ser un ejercicio práctico de todos los días y no sólo cuando te invadan los problemas. No es sonreír y esperar a que todo salga bien. Es estar seguro de tener la capacidad y la confianza de superarlo todo y sobre todo, aceptar las cosas que no puedes cambiar.

Sí, eso mismo, aceptar esas pequeñas (pero grandes para ti) tal como son.

Sí, hablo de aceptar hechos tan simples como tener unos padres abusadores, o sobre protectores o simplemente de aquellos que con el paso de los años te hacen creer seriamente que fuistes adoptado. En el peor de los casos, aceptar la ausencia de padres en tu vida.

Sí, aceptar el hecho de ser realmente fe@, aunque dicen que la belleza es relativa, me parece que no se aplica a la fealdad, la fealdad es bastante ostensible. Aprovecha para cultivar tu personalidad.

O aceptar el humilde hecho de la pobreza material, sí, esa que descubrís cuando no tenés un peso en la bolsa, cartera, billetera, cuenta, monedera  y te das cuenta que el único peso que posees es el de la conciencia, bueno, el que la tiene.

Aceptar que no tienes talento para lo que te gusta, pero sí el suficiente coraje y persistencia para alcanzar buenos resultados.

Aceptar que sos el más debilucho de tu clase de Karate, que siempre te golpeas más que los demás, pero te das cuenta que tu desventaja a veces es una bendición.

Aceptar que tienes una obsesión, pero que bien encaminada te sirve para mejorar.

Aceptar el hecho de que definitivamente no serás el siguiente Steve Jobs o ningún otro genio o héroe zen que salva a la humanidad de la mediocridad, pero, sí sos el héroe de tu casa, el hermano, el hijo o simplemente el amigo.

Es necesario no perder el tesón por la vida,  encontrarle el gusto a cada cosa que hacés, encontrar el coraje cada día para aceptar las cosas que ya no se pueden cambiar porque no dependen de vos, pero que a excepción de eso, tenés todo el poder para transformar ese miedo y cambiar los esquemas que no sirven por unos que te hagan mejor persona.

En otras palabras, que tu coraje por la vida sea mayor que tu miedo al cambio. Dicen que el que nada arriesga nada gana y que el todo arriesga lo puede perder todo o simplemente ganarlo todo. 

Si arriesgas y pierdes. Ganas experiencia, y la experiencia lo es todo.

Ligeras reflexiones al atardecer

I. Malentendido (Communication Breakdown)

Lo que pienso no suele ser lo mismo que lo que digo, especialmente cuando se trata de decir en altas y claras voces  la verdad, aquella que no es bonita, que es dura y difícil de aceptar para el receptor, sobre todo si a ese receptor le tenemos afecto, cariño, amor o una combinaciòn de todo eso.

Cuando callo también estoy comunicando algo, mi silencio es interpretativo, mi receptor puede entender lo que yo precisamente estoy queriendo evitar que piense. El que calla otorga, el que guarda silencio acepta. En Derecho el que no niega los hechos expresamente, los acepta tácitamente.

Ni que decir cuando se trata de sentimientos, emociones, atracción o romances. Aquí las cosas se vuelven más confusas  de lo normal, la mujer interpreta gestos, palabras o situaciones en el hombre de una manera completamente distinta y a veces diametralmente opuestas a las intenciones del hombre. Definitivamente Venus jamás entenderá el comportamiento de Marte. Marte siempre creerá que Venus exagera. Aunque por lo general, las cosas terminan bien o mal en una cama.



II. El Líder de la manada (crítica directa al género masculino)

Estoy llegando a la penosa conclusión de que el problema medular en una determinada sociedad, familia o grupo donde haya mayoría masculina es que todos quieren ser el líder de la manada. No importa la clase social, ni la naturaleza del grupo ni los objetivos del mismo (comerciales, deportivos, políticos, etc) al final, todos o al menos los que se llegan a creer los cabezones e indispensables genios del grupo quieren ser el Papá, quieren ser el más venerado, el que manda más, el más respetado y al que todos le son fieles.

Quizás les ayudaría a algunos hombres aprender un poquitín de las féminas, independientemente de lo chillonas que podemos llegar a ser, no se nos puede negar el hecho de que nuestra naturaleza es más armónica y conciliadora y no nos peleamos por delirios de grandeza. Será porque quizás para nosotras lo más importante es la unidad, la protección y el bienestar del  grupo al que pertenecemos y no quién manda. Simplemente manda quien tenga las aptitudes para hacerlo.

La lealtad se gana, al igual que el respeto y la admiración. No son cosas que vengan en un frasquito y se tome en una dosis. No son cosas que se pueden comprar en un supermercado ni tampoco se pueden exigir y mucho menos vienen añadidas al rostro de nadie.

Los hombres todo lo resuelven con guerra. Enfrentamientos, divisiones, discordias, bandos, derechas, izquierdas, corrientes y un sin número de cosas que se inventan con tal de segregarse. Cada quien jala agua para su molino y no se dan cuenta que todos están en la misma barca, pero varados porque cada quien quien quiere tener un remo y remar a su dirección, en vez de remar todos en una dirección común.

El buen Quino lo expresó en boca de la no tan inocente pequeñita, Mafalda: "El problema de la Humanidad, es que todos quieren ser el Papá".  Genial Quino, como siempre.

Pero si hubiese más participación activa de las mujeres en los grupos sociales quizás no fuera tan evidente esta segregación. Nosotras como siempre, les haríamos creer que ellos mandan ...

martes, 10 de julio de 2012

ANTI HISPANIDAD

Es asombroso el hecho de que millones de nicaraguenses (jóvenes o adultos, mujer u hombre) son fanáticos de personajes españoles, específicamente, en el deporte del balón pie y digo que es asombroso  no por lo popular del deporte ni el entretenimiento, sino por quienes admiran e idolatran. Colonizadores, saqueadores, asesinos y violadores.

Violaron a nuestras Indias, saquearon nuestras riquezas, nuestras tierras, nos trajeron enfermedades letales, mataron a nuestros hombres, arrebataron nuestros dioses y con saña exterminaron nuestra cultura.

Digo que exterminaron porque ahora no somos lo que éramos, ni somos lo que ellos quisieron que fuéramos, ni somos lo que queremos. Un pueblo maltratado, con ausencia de auto estima, con el síndrome de Estocolmo.

Barremos los bares cuando hay partidos de fútbol entre el Real Madrid y el Barcelona, o cuando juega cualquier españolito que se jacta de ser el mejor. Adoramos a nuestros verdugos del pasado, los idolatramos. Qué mal estamos.

Y no es que sea resentida, porque la verdad es que esas cosas ya pasaron hace apenas unos dos siglos, así que deberíamos de tener la buena actitud de decir, "tranquiloz, aquí no ha pazado nada tío"  PERO, el asunto es que estos Señores no han cambiado, nos siguen viendo como indígenas (y no porque eso sea un delito, sino por el tono despectivo que le ponen) todavía nos tratan como si fuéramos sus esclavos, sus sirvientes, como si fuéramos ignorantes y ellos tuvieran aún la corona.

Quizás yo esté mal en mi juicio, o quizás no, de todos modos, me revuelve el hígado ver cómo idolatran a estas personas cuando ni siquiera saben que Nicaragua existe o peor aún, ni les interesa, seguro creen que es un lugar exótico en alguna jungla donde pasar una aventura.

Y se preguntarán cuál es el problema de que los chicos se diviertan con el futbol internacional? es además sano que se interesen por un deporte, aunque al final lo toman como excusa para borracheras, pero el meollo del asunto está en que uno debe de tener criterio para ser fans de X o Y, si tanto les encanta el fútbol que vayan a ver al Real Madriz o al Diriangén, que son mas reales, no serán estrellas internacionales pero son nuestros, son criollos y hay que apoyarlos.

No sé ustedes, pero yo veo extraño el hecho de hacerle barra a un equipo de un país que saqueó el mío, que sus ancestros violaron a los míos, que impusieron su dios y sus creencias a base de sangre y fuego y encima después de dos siglos nos miran por encima del hombro, pero como dicen: no paza nada tío!



martes, 19 de junio de 2012

La inconveniencia de las tiendas de conveniencia

Hace varios años, cuando se inauguró la primera "tienda de conveniencia" en Managua, exactamente en la Gasolinera Esso de Metrocentro, era muy agradable ir y pedir un combo de hotdog, disfrutarlo en un ambiente de buen servicio que resultaba acogedor para el cliente, quien se iba con el gusto y la promesa de regresar a degustar otro hot dog u otra chuchería ya sea en el interior de la tienda como en el estacionamiento, lo cual resultaba muy animado.

Pero eso fue hace mucho, hoy en día, ir a una de esas "tiendas de conveniencia" es un completo dolor de cabeza, tal pareciera que alistan a los peores para atender al cliente, porque unos te ponen mala cara, como si uno les llegara a pedir, otros te atienden de forma grosera y los cajeros nunca tienen cambio, si llegás con un billete de 200 o 500 no es posible hacer tu compra, te dicen simplemente "no tenemos cambio". Nunca lo tienen.

Si pedís un café no hay quien atienda ese caramanchel porque o están atendiendo la comida o están todos adentro cuchicheando.

Y ni hablar del concepto de "comida rápida", de rápida no tienen ni el cobro, porque hasta para eso se tardan mucho tiempo, pasas en caja haciendo fila tal como si fuera una fritanga donde la carne se está asando en carbón, y luego de pagar, vas a que te atienda la cara amargada que te hará el sandwich, hamburguesa o hot dog, la cual se pasea por todo el estante antes de empezar a preparar tu combo.

Lo insólito del caso es que a veces pasa, que el cajero vende la comida sin percatarse de que no hay, sobre todo los alimentos que hay que freir y que tardan unos 15 minutos, tal es el caso del pollo y las papas, así que, o te toca esperar alrededor de 30 minutos por tu comida "rápida" o simplemente das la vuelta, aunque de igual forma, a esas alturas ya el tigre además de rugir ahora tiene una buena dosis de arrechura

Me pregunto dónde habrán quedado las sonrisas y la amabilidad para con el cliente. De seguro se quedaron con los años y en los bolsillos de los dueños que pagan los salarios bajos.

En conclusión, dichas tiendas de conveniencia, no tienen mucho de conveniente, sobre todo cuando tienes hambre y urgencia, eso sí, hay que reconocerles la conveniencia de tener cajeros automáticos y bebidas refrescantes, pero fuera de eso, son más bien un inconveniente en el camino. 




viernes, 4 de mayo de 2012

Érase una vez en Nicaragua

Érase una vez un reino rico en naturaleza, lagos, lagunas y volcanes y playas espectaculares. Su tierra fértil era envidiable, su ciudad estaba cubierta por frondosos arboles que daban plácidamente sombra, realmente era un lugar tranquilo para vivir en armonía con la naturaleza.

Érase una vez un país pequeño en tamaño, pero grande en espíritu y voluntad. con un presidente de dudosa legalidad y una primera dama con complejo de Genjis Khan

Érase una vez este lindo país con particulares ciudadanos que padecían de ciertos males, entre ellos el conformismo, el valeverguismo y la amnesia.

Un día se reunieron en su ciudad todos los distinguidos ciudadanos para celebrar elecciones de presidentes que resultaron ser  elecciones de juguete.

Como todo país de cuento de hada, hay un príncipe, una princesa y una bruja mala. De los dos primeros nunca se ha sabido nada.

Raro cuento, rara ciudad, raros ciudadanos. Eligen a la bruja encantados.

Y como en todos los cuentos hay una maldición, y ésta no es la excepción, los pobres ciudadanos quedaron atrapados en una mágica e ilusoria revolución.


lunes, 23 de abril de 2012

La vida finita

Aferrarse a la vida es uno de nuestros primeros instintos, nos aferramos desafiando a la muerte, sin caer en la cuenta que en realidad todo lo que empieza acaba, todo lo que tiene un principio tiene un fin.

Vivimos soberbiamente creyendo que la muerte no nos tocará, negandos todo el tiempo su coexistencia con la vida y nos olvidamos que simplemente somos seres impermanentes en este universo.

Lo peor del caso es que ni siquiera vivimos, es decir, no le sacamos provecho a la vida, y con esto no me refiero al provecho de las cosas materiales, sino al hecho de apreciar la vida que nos rodea, el hecho de respirar y sentir el aire en los pulmones, el hecho de poder oler el aroma de una rosa o de la tierra mojada,  tocar la piel del ser amado y sentir que se despiertan todas las terminaciones nerviosas que se encuentran en la punta de nuestros dedos, o el simple hecho de disfrutar la silueta de una luna llena en todo su apogeo o una puesta de sol en la playa y sentirse pleno de vida.

Cosas pequeñas son las que hacen la vida grande. Cosas que no puede comprar el dinero ni te lo puede regalar nadie porque simplemente son parte de la vida misma, la cual desperdiciamos todo el tiempo buscando "cosas" en vez de "ver y sentir".

Ser conscientes de estar vivos no es una cosa fácil, sobre todo en estos tiempos, cargados de trivialidades e impostores, donde preocuparse es la regla y no la excepción, estar estresado es lo normal, ser dependiente es cómodo y ver la vida por la Tv es la costumbre.

Cuando toca una terrible enfermedad nos entristecemos y los que nos rodean caen en una pesadumbre que termina contagiándonos. Lo irónico es que nos entristecemos y nos afligimos con la idea de dejar esta vida, ésta vida que vivimos como autómatas y no como buenos seres vivientes, por lo que vale preguntarse seriamente si "eso" que llamas vida es realmente vida o sólo existencia, pues pasamos por ella como quien pasa rápidamente por un supermercado comprando lo que necesita para un almuerzo y nos olvidamos de los ingredientes esenciales para todo el mes.

Creo firmemente que cada instante que respiramos es un regalo y por ello hay que estar agradecidos. Me pregunto cómo es que lamentamos morir si nunca hemos intentado vivir, cómo podemos aferrarnos a algo que no tenemos ni conocemos. Pobres tontos, nosotros los humanos que lamentamos una vida que no vivimos.

Dejemos de lamentarnos por todo y empecemos por ser agradecidos todos los días de nuestras vidas para que cuando llegue el final, no nos asalte la amargura de no haber tomado el elixir de la vida y de no padecer de la hipocrecía de no querer desprenderse de algo que nunca valorastes.

viernes, 30 de marzo de 2012

Un laberinto llamado Alcaldía de Managua



Hacer gestiones en la Alcaldía de Managua es como entrar al Laberinto del Minotauro o tratar de encontrar el Castillo de Kafka, así mismo le sucede a mucha gente que a diario llega a dicha institución dizque descentralizada devenida en desnaturalizada.

Pedir una constancia de solvencia, pagar tus impuestos municipales, matricular un negocio pequeño, permisos ambientales,  permisos de construcción y hasta inscribir un matrimonio o un divorcio, son cosas sencillas, son servicios que con una base de datos actualizada deberían de ser expeditos, sin embargo, en la Alcaldía hacer uno de estos trámites es como tratar de filmar la secuencia de Matrix, incluso pagar una multa se hace misión imposible.


Para comenzar, llegas temprano, según vos para acabar pronto y que no te jalen la chaqueta en el trabajo por llegar tarde. Pero no alcanzás a sospechar de cuán distinta es la realidad cuando vas a uno de estos lugares. En las siguientes 5 horas ahí, sentirás que vives en un universo paralelo, en una dimensión desconocida, y que tu tiempo y tu atención se lo disputarán la burocracia y tus responsabilidades matutinas con el trabajo, con tu pareja, con tu familia y con tus amigos, y al final creerás que fue una especie de prueba a tu paciencia y cómo extrañarás aquellos viejos zapatos cómodos que no te chiman.

Cuando llegas a la institución, preguntas dónde queda la oficina pertinente y alguien te da una "referencia" y te dice: - pregunte en esa oficina, y te señala una puerta azul. Giras y te das cuenta de que todas las puertas son color azul y que además todos los edificios del mismo color y estructura, vas a la primera puerta y te dicen que preguntes en las siguientes dos puertas, y así sucesivamente, hasta que sientes que  tienes cara de balón de Basquet y que ellos tienen complejo de jugadores y entre tantas puertas te encuentras con una aparentemente  "inhabilitada", o sea, es la puerta que usa algún jefe para escaparse al motel en horas de trabajo, pero después de treinta minutos consigues la oficina "correcta" y pensás: ahora sí, solo pago y me voy. Pero el suplicio apenas empieza.

  Una vez dentro, hay como 10 personas que como vos están esperando resolver sus problemas o intentando cumplir sus obligaciones municipales, la recepcionista no para de hablar por teléfono y a quien se le acerca para preguntar, lo mira y le retuerce los ojos (y eso si se digna a mirarlo). La angustia empieza a surgir y el nivel de paciencia empieza a descender.

De ahí en adelante, tu trámite se vuelve engorroso, fastidioso y confuso, terminas llenando formularios incomprensibles, hablando con directores, secretarias, asistentes y "compañeros" a cual más patético, corriendo de una ventanilla a otra, haciendo filas inacabables solo para que te den una “información” (la cual tenés que llevar a la siguiente ventanilla, donde también hay otra larga fila), esquivando gestores y tramposos y cuando finalmente llegas a la ventanilla de pago, resulta que hay una autorización que no te firmaron o una fotocopia que no andas.


A esas alturas tu paciencia ya se fue a tus pies, tu estómago ruge como un tigre, tus pies proclaman huelga, tus ojos vidriosos de la impotencia, tu garganta reseca y tu lengua queriendo espetar alguna retahíla del Oriental, tienes calor y sientes desfallecer. Ves tu reloj y ya es medio día. Etapas casi superadas. Pagos casi efectuados. Sólo falta una cosa más: te dicen "véngase mañana"


Y para terminar este pequeño blog personal, les dejo un video sobre la burocracia del genial cantinflas. ni más ni menos. 

"Toda revolución se evapora y deja atrás sólo el limo de una nueva burocracia."
Franz Kafka



viernes, 20 de enero de 2012

Las jugadas de la vida

1
Del combate de Kick Boxing de una novata contra una karateca cinturón negro resultó además de la derrota esperada, una visita a la Sala de Urgencias de un Hospital. Como si se tratara de una película de Hollywood llegó por un dolor abdominal supuestamente causado por los golpes de la pelea y terminó 4 horas después en un quirófano con un riñón menos.

2
Una mañana cualquiera él se fue a trabajar, tomó su vehículo y lo condujo hasta su trabajo, en el camino notó ruidos y vibraciones extrañas en el carro. Al día siguiente, volvió a tomar su vehículo y se fue al trabajo, y volvió a sentir y escuchar los ruidos y vibraciones extrañas, pero esta vez más acentuado y rayando en lo molesto. Lo llevó al taller. Le diagnosticaron una serie de problemas en el motor y le recomendaron el hoverhaul. Casi un mes después, con el carro "reparado", la alegría de manejarlo nuevamente y su billetera ya desinflada por la "seria" reparación, manejó nuevamente rumbo a su trabajo y por enésima vez volvió a sentir las vibraciones y los ruidos extraños.

3
Quince días después regresó al hospital la novata para el chequeo médico de rigor luego de la increíble cirugía. Esperó tres horas para ser atendida, una vez que llegó su turno, entró al consultorio animada por las esperanzas de que el Doctor le diera las buenas noticias de que estaba recuperada. Se sentó a la espera de que el Médico terminara de leer su expediente y luego de una corta espera que ella sintió larguísima, el Galeno le preguntó si se había tratado anteriormente "ese cáncer que tenía en el riñón". Este médico es bromista pensó. El rostro serio del galeno la hizo tragar gordo y la lectura del informe de la biopsia la dejó en completo estado de shock.

4
Volvió al taller, esta vez enfadado y confuso. Explicó que el carro seguía con los ruidos y las vibraciones. Lo chequearon y lo probaron al momento y le diagnosticaron inmediatamente una ligadura en el sello de los chisperos. Media hora después el vehículo estaba listo para ser manejado por su dueño. 

5
Un combate la llevó a la Sala de Urgencias, la sometieron a una cirugía exploratoria, le quitaron un riñón "explotado por el trauma" el cual tenía un cáncer avanzado que nunca antes había sido detectado, pero que ese día se quedó junto con el riñón en la sala del quirófano número 6 de ese hospital. Después de todo el combate resultó milagroso.

6
El diagnóstico del vehículo era sencillo y barata la reparación. Al pobre hombre le quedó la duda sobre el hoverhaul y sobre todo se quedó pensando en su billetera ahora más vacía y desinflada que un mes atrás. 

7
Pensó la novata que era una especie de broma, el haber sobrevivido al combate, a la cirugía y al cáncer. Todo en combo y al mismo tiempo. No sabía si llorar o reir. Creo que hizo ambas. Ahora hace falta ver si sobrevive a la broma de estar viva y al fantasma de la enfermedad.  

lunes, 16 de enero de 2012

domingo, 15 de enero de 2012

Crónicas de un enfermo ...

Sufrida la intervención y superada la etapa de mi convalecencia estaba a la espera de que la enfermera  me quitara la aguja de la vena de mi mano donde me medicinaban con el suero y antibioticos de rigor, arregláramos lo de la vestimenta y me dieran de alta, cuando entraron a la sala un par de médicos seguidos de varios estudiantes, algunos de ellos aunque verdes aún, ya mostraban actitud de médicos, mientras otros tenían cara de asistir a una aburrida clase y detrás, tres rezagados que claramente desperdiciaban el dinero  que  sus padres invertían en sus educaciones  porque a simple vista se podía deducir que ellos no sabían, ni entendían lo que se estaba explicando y hasta tenían caras de no saber ni que estaban haciendo ahí.-

Terminada la orientación general de los Médicos profesores, éstos les encomendaron a sus alumnos que cada uno tomara un paciente de esta sala para concluir con una inspeccion in situ, la clase del día. Presa de temor traté de seleccionar a mi vez, a un estudiante con actitud de médico en vez de ser escogida al azar por alguno de estos aprendices. Oré y supliqué y luego supliqué y  volví a orar, pero para mi tristeza, ni oraciones ni súplicas fueron escuchadas (luego me acordé que soy atea, así que tenía sentido la ausencia de ayuda celestial).

Cerré los ojos y me extendí sobre mi cama cual toalla mojada para fingir que requería un sacerdote para la extrema unción o que estaba en esperas del pantionero. Vano intento.

Una estudiante de raídos jeans cuyo nombre ni me acuerdo  ni me interesa recordar, se me acercó luciendo chillantes y moradas sandalias y una camisa ajustada a su cuerpo, sacó de su mochila "totto" un lapicero con plumas que hacían juego con su extravagante  atuendo y una libretita de apuntes que más bien daba la  impresión de ser  su diario personal, pero obviamente dispuesta a hacerme del tiempo que me quedaba ahí, una verdadera tortura.

Pero bueno, no hay que dejarse llevar por la primera impresión pensé ingenuamente.

Después de aproximadamente un minuto escuchándola, me encontraba ya desesperada por salir de ella, su voz, sus preguntas mal direccionadas, su mala caligrafía y sobre todo su falta de tacto humano para con una impaciente paciente, me hicieron sentirme nuevamente rumbo al quirófano.
 
Me llené de valor y haciendo acopio de todas mis fuerzas logré decirle que yo había sido dada de alta esa misma mañana y que mi historia clínica no llenaba los requisitos de un conejillo de indias, es decir, de su "tarea del día" porque no podría darme seguimiento.-

Nada le interesó en lo más mínimo a la tremenda estudiante. Por unos segundos irguió su cabeza como  queriéndome escuchar, pero fue sólo impresión mía,  simplemente siguió con sus preguntas y sus "ajases" como bisilábicas respuestas acompañadas de  su alucinante tic nervioso que intermitente e incesamente golpeteaba el suelo con la punta de su zapato  derecho y que sustituía mi estado de convalecencia con una impaciencia próxima a la locura.

A alguna fuerza invisible le di las gracias cuando la estudiante se fue, pues ya estaba a punto de llamar a la enfermera para que me  volviera a poner el suero y los antibióticos porque en mi desesperación sentí que la extensa herida de la cirugía estaba a punto de abrirse.

Aunque durante la tortura me rondearon las lágrimas, hoy sonrío de aquellos recuerdos, pues posteriormente fui informada de que se trataba de estudiantes de una universidad privada, a la que sus padres las enviaron malgastando su dinero con amor en una educación cuyos hijos tenían como única preocupación decidir si almorzar, en el  Mc Donalds o en la Pizza Hut mientras que los otros estudiantes que ya lucían con actitudes de médicos se marcharon a almorzar unas tortillas o tajadas de plátanos con queso o quesillos al kiosko de la entrada del hospital. Estos últimos eran alumnos de la  universidad pública.

Me sobreviven dos reflexiones: la primera: Casi me mata una estudiante desinteresada en aprender medicina, experiencia de la que salí viva aunque casi a rastras y la segunda: ¿ Qué clase de médicos serán estos chicos cuando se graduén? Espero que en el camino encuentren la madurez para ser si ya no un excelente Galeno, por lo menos uno decente que no trate a sus pacientes  como me trataron aquel día.

La vida es así, compuesta de ironías, parodias y paradojas.- Es preciso mantener nuestra dulzura y ver siempre lo bueno en cada situación incluyendo en las adversidades. No cuesta mucho, sólo hay que respirar y contar hasta diez (bueno, a veces vale contar hasta 20) y seguramente te evitarás una amargura temporal.