martes, 18 de septiembre de 2012

El "sistema"

Hoy en día, la palabra sistema tiene una connotación distinta de la de hace muchos años.
Hoy en día decir "sistema" significa: el sistema Apple, el sistema Android, el sistema (del banco), el sistema (de los juzgados), el sistema Microsoft, etc, etc

O sea, olvidemonos del "Sistema solar, Sistema comunista, Sistema Comunista, etc" esos términos ya se hicieron lugar al lado de los dinosaurios.

Escribo sobre esto que puede parecer bastante trivial, pero, no lo es. A mucha gente le revuelve el hígado llegar al banco, hacer una enorme fila, esperar dos horas, llegar finalmente a la ventanilla y que te diga el cajero "no hay sistema". Como decía Cantinflas: No hay derecho! uno se queda como en otra dimensión y con cara de ¿eso qué diablos significa? digo, es como que te hablen en ruso. No entiendes nada.

Ahora bien, este circuito del "sistema" ha invadido todas las instituciones del Estado y no solo las instituciones privadas bancarias, esto es por ejemplo, llegás a la ventanilla del Registro Civil de las Personas a inscribir un documento de matrimonio y la señora de la ventanilla te dice olímpicamente: "el sistema" no me permite poner tres testigos !!! Qué? o sea, hay que reformar los artículos del Código Civil porque "el sistema" no admite un renglón más ?? Abogados, recién matrimoniados y público en general nos quedamos con madre signo de interrogación.

Tal parece que el mundo se viene abajo cuando el sistema falla. El caos impera cuando se "cae el sistema telefónico celular" y si es el Internet el que falla, ni se diga! hay brotes de histeria por todos lados!!!

 Lo que mucha gente no alcanza a darse cuenta, es que detrás de esa máquina o "sistema" hay un burócrata echado que simplemente no quiere trabajar. Cualquier excusa es buena para poner obstáculos al progreso y qué mejor forma que echarle la culpa "al sistema". Ese mismo sistema que fue creado precisamente para "ayudar" a la humanidad y no para fastidiarlo.

Es como si viviéramos en una burbuja tecnológica, pero con tapa rabos, con un celular de última generación, una cámara extraordinaria, una computadora con chip inteligente, pero nuestros cuerpos descuidados, nuestras mentes orbitando en el limbo del sin sentido y nuestros espíritus vacíos.

Bien dice un escritor "EL ORDENADOR NO ES UNA MÁQUINA INTELIGENTE QUE AYUDA A GENTE ESTÚPIDA, ES UNA MÁQUINA ESTÚPIDA QUE AYUDA A GENTE INTELIGENTE"

jueves, 13 de septiembre de 2012

El bueno y el malo

¿Quién es el bueno y quién es el malo?

En la actualidad no es fácil saber a ciencia cierta. La vida real no es como en las películas donde los papeles ya están asignados y son evidentes para el espectador. 

En la vida real no es así, la verdad es que cuesta un huevo saber quién es el bueno y sobre todo cuesta saber quién carajos es el malo. 

A veces, descubrirlo nos cuesta una fortuna, a veces la vida misma y otras tantas nos cuesta nuestra propia auto estima. 

En la vida real el malo no tiene cara de malo ni es el del bando contrario, a veces simplemente es el que está a tu lado compartiendo con vos, es tu hermano, tu padre o tu mejor amigo y en el peor de los casos vos mismo. 

En la vida real a veces somos los buenos y a veces somos los malos, nada es blanco o negro, existen los tonos grises por más que no querramos, y la línea para hacer el mal o hacer el bien es muy delgada, a veces casi tan imperceptible que caemos y solo cuando nos señalan los demás es que nos damos cuenta qué tanto tocamos los extremos.

 La eterna lucha entre el mal y el bien siempre ha sido el argumento de todo tipo de literatura entendiendo el Bien como todo aquello que beneficia al protagonista, y el Mal a todo aquello que le perjudica, no importa si éste es un delincuente, un asesino o un gran empresario.

En consecuencia, la humanidad tiene grabado en su subconsciente este dilema, esta historia que la intenta reproducir en su vida, pero en realidad el personaje bueno o el personaje malo dependerá de la situación en que nos coloquemos, y por supuesto dependerá en gran manera de la visión que tengamos del mundo y la realidad.

Al final, quizás descubramos que el bien y el mal está en nosotros mismos.

Lo que sí debemos tener claro siempre, es que el mayor reto que debemos enfrentar día es el de vencer nuestros miedos y superar nuestra cobardía.