lunes, 21 de noviembre de 2011

Doña Justicia

Hace días, pude ver a personas reclamándole a un Juez que no se les había hecho "justicia", el pobre hombre no sabía ni como explicarles que en este mundo lo que existe y lo que prima es la legalidad y que no necesariamente lo legal es justo, una cosa no va de la mano con la otra. Eso lo aprende bien el que estudió Leyes, asumiendo que prestó atención a sus maestros y que no llegó al salón de clases solo a calentar el pupitre. Algunos no captan ese mensaje, de hecho, algunos no captan más que el cobro de honorarios.

Esa falta de entendimiento entre lo justo y lo legal digamosle técnico se puede entender en las personas que no ejercen la Abogacía, pero no hay nada más desconcertante que encontrar a un colega con este tipo de romanticismos y con un discurso a lo Martín Luther King, y lo pesado que es tener que decirle de frente que tiene que renunciar a ese sueño de "Libertad y Justicia", que tiene que tener los pies puestos sobre la tierra y que uno no puede como cualquier mercader andar prometiendo justicia a nadie como si fuera "Dios". Porque lo malo no es hacerlo, sino que la gente te lo cree.

Todo Abogado sabe que no tiene la verdad en sus manos, y que la justicia propiamente dicha es una utopía, algo así como la Democracia, y que con lo que contamos es con versiones de la verdad y que el juez al final decidirá según dicten las reglas y su criterio qué verdad es la que se asemeja a la Justicia.

La justicia puede concebirse desde distintos puntos de vista, el más aceptado es el de "darle a cada quien lo suyo" en castellano es algo así como darle a cada quien lo que se merece. Pero no estoy convencida de que este axioma haya dado resultado, ni que se pueda poner en práctica, porque son muchos los que se quedan sin su merecido y muchos otros que no les toca nada.

Doña Justicia se fue un día de nuestras vidas y se quedó sólo en nuestros corazones, y nosotros los humanos como todo lo idealizamos nos quedamos prendidos de ella y creemos siempre que reina entre nosotros, pero no es cierto, y no es que sea pesimista, soy simplemente realista, la justicia de ahora nada tiene que ver con la verdadera, la justicia que tenemos ahora es una réplica mal hecha construida a base de dinero y de oportunismos, y como tal, debemos ser lo suficientemente maduros para no caer en romanticismos.

A mi me da una pena tener que decirle esto a mucha gente, y me da mas pena cuando toca decirselo a un colega, pero bueno, uno hace lo que puede para mantenerse firme y para mantener a Doña Justicia aunque sea en el corazón, porque eso sí, aunque no encontremos la justicia en un Juzgado, debemos luchar por encontrarla en nuestras vidas, procurarnos darnos lo que merecemos siempre, y por supuesto, darle a los que amamos lo que merecen. Espero que no lo confundan con egoísmo.
Uno jura defender al cliente y de verdad que lo hacemos, eso es sagrado, quien no cumple ni esto es porque no tiene ningún principio como ser humano, pero de ahí a prometerle Justicia, es otra cosa, por si no se han percatado el símbolo de la Justicia siempre es de una Señora con los ojos vendados, y no se los venda porque aplica justicia imparcialmente, no, es porque la pobre tiene que taparse la cara de la verguenza por no poderle dar a todos lo que merecen, por no poder cumplir con su misión, la pobre balanza lo quiera o no pesa más del lado de la plata que de los sueños.
 
Busquemos Justicia sí, pero empecemos por nosotros mismos, empecemos desarrollandola en nuestro entorno y con los que amamos, con lo que hacemos, hagamosla hermanita de la realidad y que no solo sea una figura decorativa en los muebles.




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