viernes, 26 de agosto de 2011

un mundo feliz

En un mundo feliz, el libro de Aldous Huxley, se sugiere que el ser humano puede vivir en un mundo, donde no existe el sufrimiento, la pobreza, el odio, los divorcios, las bancarrotas, el dólar, la inflación, el trabajo.
A base de una pastillita (la de la felicidad en este caso) los seres humanos nos podemos acomodar en un mundo donde cabemos todos sin necesidad de mirarnos mal de reojo, donde por el "bien" de la raza, seleccionamos geneticamente a los machos alfa, las hembras gamma y por supuesto a los obreros, en donde todos hasta vestimos igual.
El sexo funciona a las mil maravillas en ese mundo, pues es tratado simple y sencillamente como una necesidad fisiológica más del ser humano, comer, beber, evacuar, tener sexo, eso del amor ahí no existe, eso de la monogamia tampoco, y mucho menos Dios o las religiones.
Cada vez que te sientas "raro" es decir, triste, apagado, o con dudas, te tomas una dosis de pastillita de la felicidad y tu mundo vuelve a ser feliz, sin ningun problema.
El problema es cuando al gobierno socialista, muy democrático y muy solidario se le acaba la pastilla de la felicidad, el ser humano empieza a preguntarse como funciona todo, quienes son sus padres, hacia donde va, de dónde viene, etc. y sale fuera de su burbuja y mira el mundo, el otro mundo, el que estuvo vedado para él, el que no toma la pastilla, el que no fabrica su realidad, el que grita cuando sus mujeres paren, el que tiembla cuando se enamora, el que llora cuando mueren sus niños, el que se desgarra cuando el hambre acecha. 
Claro, estoy hablando del libro, cualquier parecido con la mera realidad es pura coincidencia.
El protagonista de la obra se da cuenta que hay un mundo afuera que no conocía, que no podía percibir, ni siquiera imaginarse, pues no conoce el sufrimiento, la vejez, el hambre, la infelicidad.  Lo que él conocía era la felicidad de su mundo, el que construyeron a base de sus ideales, a costa de su propia libertad personal.
Al final, el mundo feliz de Huxley no es mas que una comunidad en extásis movida por drogas que hacen sentir bien al ser humano y eso lo hace creer que su mundo es mejor, un mundo sin dolor.
El libro es solo una muestra de cómo el ser humano quisiera siempre escapar de su realidad,  tomando alguna droga, legal o no, o fabricando una realidad a base de mentiras, fraudes y haciendo creer a los demás que esa es la única verdad. 
Más de una persona dirá que mecanismos para escapar de la realidad sobran, pero una cosa es escapar momentaneamente de ella y otra es crearla deliberadamente, vivir en ella, sostenerla. 
Desafortunadamente, muchos han llegado a dominar la técnica de crear realidades y sobre todo, como en el mundo de Huxley, a crear "Mundos Felices para multitudes", digo desafortunadamente para los que no queremos someternos a pastillas ni a manipulaciones de multitudes, pero resulta afortunado para los que no tienen ganas de enfrentar la dura realidad que les toca.